viernes, 15 de noviembre de 2013

Torre de las Lágrimas (Andrea Vieira Ferreira)

Ámsterdam siempre ha sido una ciudad que he querido visitar desde que tenía 6 años, cuando mi tío Julio volvió de su viaje europeo y me trajo aquella postal con El Castillo de las Lágrimas en su portada. Durante toda la noche nos estuvo contando su aventura, desde la frontera con Francia hasta Ámsterdam. Me impactó saber la historia de mi postal, las torres del castillo formaban parte de la muralla que rodeaba la ciudad y eran las torres de defensa que se encontraban conectadas entre ellas.Las mujeres lloraban al ver a sus amados alejarse desde esta torre. También nos contó diferentes historias de amor sucedidas en esta torre y que aprendió tras una tarde con Raúl, el guía que le asignaron en la agencia.

La historia de esta ciudad, con sus preciosos edificios me cautivó y aquella noche me prometí a mi misma que algún día, pasase lo que pasase, visitaría Ámsterdam y a poder ser, me mudaría allí.

Han pasado 19 años, y por fin estoy aquí. Hoy en día la torre es una gran cafetería donde los marineros descansan en verano. Con mis ahorros he conseguido trasladarme a un pequeño apartamento y he conseguido  trabajo de profesora.

Hoy, más que nunca, creo en el destino puesto que aquí, en Ámsterdam, en la Torre de las Lágrimas he conocido a Matías, es argentino, y al igual que yo ha soñado toda su vida con trasladarse a Ámsterdam. Con ayuda de un amigo se ha instalado en un estudio donde trabaja de publicista. Coincidimos al no comprender la carta de la cafetería y nos pasamos la tarde hablando. A día de hoy sigo creyendo que esta ciudad tiene algo especial, algo único.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Black Moustache