sábado, 14 de diciembre de 2013

Navidad de un niño en Gales

Autor: Dylan Thomas
Editorial: Nórdica
Año de publicación: 2010 (1998)
Ilustración: Pep Monserrat


La Navidad para un niño en Gales es uno de los mejores relatos de Dylan Thomas y nos hará revivir nuestros recuerdos de la infancia. Dylan Thomas es algo más que un poeta: es toda una leyenda. Este relato nos lleva a un pueblo de la costa de Gales, lleno de gatos, carteros y niños ansiosos por jugar con la nieve. Las excelentes ilustraciones de Pep Montserrat recibieron el Premio Junceda 2008. Además, presentamos el libro en edición bilingüe, de manera que es una ocasión única para acercarse a este clásico para todas las edades disfrutando también del texto original en inglés.

Fragmento:

"Por aquellos años, las Navidades se parecían tanto unas otras en aquel remoto pueblo pequero, Navidades carentes de todo sonido excepto del murmullo de voces distantes que sigo oyendo algunas veces antes de dormir, que nunca consigo recordar si estuvo nevando durante seis días con sus noches cuando yo tenía doce años, o si nevó durante doce noches y doce días cuando yo tenía seis años.

Las Navidades fluyen como una luna fría e inquietante que avanzara por el cielo que aboveda nuestra calle de camino al traicionero mar; y se detienen en el borde de las olas de aristas glaciales —verdaderos congeladores de peces—, y yo hundo las manos en la nieve y desentierro cualquier cosa que pueda encontrar. Me veo sepultando la mano en ese festivo montón, blanco como la lana y con forma de campana con lengua, que descansa al borde de un mar que entona villancicos, y me vienen a la mente la Sra. Prothero y los bomberos."
















Att: Cuacs

domingo, 1 de diciembre de 2013

Peter Pan no dura para siempre, por Sara Sánchez Arceo.

Abrí los ojos por la molestia de la luz del sol. Un dolor de cabeza demasiado familiar me recordó lo ocurrido la noche anterior. Mi veinte cumpleaños, pasado por alcohol. Era así desde los dieciséis. No era la mejor vida, pero era la que tenía. Unos padres que no se preocupaban por mi, siempre estaban trabajando. La verdad,vivía bien. No me quejaba, tenía dinero y buenos amigos.

Me levanté de la cama intentando peinarme mi pelo rosa. Bajamos al salón y allí había por lo menos veinte personas. Se veía a la legua su estado, o bien medio dormidos o bien aún borrachos. Ahí me di cuenta de que algo tenía que cambiar.

Años después...

Me teñí el pelo de un color menos llamativo. Me enamoré de Marcel, el chico al que menospreciábamos todos, el nerd del pueblo. Nos mudamos a Seattle y comencé a trabajar en una editorial. Nos prometimos y estábamos esperando nuestro primer hijo. Hoy, hace cinco años, me di cuenta en un segundo de que mi vida tenía que dar un giro. Tarde o temprano todos maduramos. Aunque yo mantenía ese recuerdo adolescente en un pequeño tatuaje...




Black Moustache